De acuerdo al último informe difundido por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE), una familia tipo (conformada por cuatro miembros) necesitó en octubre un mínimo de 21 318 pesos para no ser pobre y 7 908 pesos para comprar sólo los alimentos básicos, es decir, no caer en la indigencia.

Así, a diferencia de setiembre, las familias mendocinas necesitaron recaudar en sus bolsillos 676 pesos más para poder alimentarse y 1 650 pesos más en octubre para comer, vestirse y acceder a servicios básicos.

En un contexto inflacionario, las estadísticas muestran que si se compara la situación con octubre de 2017, la canasta básica total se incrementó 36% en un año, es decir que varió en un total de 7 595 pesos, ya que pasó de 13 723 en octubre de 2017 a 21 318 en el mismo mes del año en curso.

A nivel Nacional, los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), dan cuenta que el mes pasado una familia argentina necesitó no menos de 24 241 pesos (7,5% más que en setiembre), para no estar por debajo de la línea de pobreza. La indigencia en el país (personas que sólo pueden comprar la cantidad mínima de comida para subsistir), también trepó un 7,5% en el último mes.

Según difundió la agencia Télam, el Indec dio cuenta también que con estos aumentos la CBA acumuló una suba del 46,5% en lo que va del año, y 51,5% en los últimos doce meses, mientras que la CBT aumentó 45,4% y 54,6% respectivamente.

El índice de pobreza alcanzó al término del primer semestre del año a 27,3%, por debajo del 28,6% de igual período del año pasado, aunque con un crecimiento respecto del 25,7 del segundo semestre de 2017. En tanto, la indigencia, entendida como los pobres cuyos ingresos ni siquiera les alcanza para comprar el mínimo de alimentación indispensable para la subsistencia, bajó en relación al primer semestre de este año a 4,9% contra 6,2%, de igual período del 2017, pero subió 0,1% respecto al segundo semestre.