Mauricio Macri apareció y explicó que fue Franco, su padre, y no él. Además dijo que todo era legal y que se hizo con recursos genuinos. O sea, que el padre lo puso como director en una empresa creada en Panamá con residencia en Bahamas para hacer una “inversión” en Brasil y que nunca tuvo movimiento financiero. Todo esto lo hizo por un canal de TV cordobés. La actitud del presidente fue la de minimizar el asunto. Lo que nunca se dijo en este caso es para qué Franco Macri hace este tipo de acciones si nunca realizó movimientos financieros.

De todos modos hay más vinculaciones de Macri con otras empresas “fuera de costa” pero que no se registran en la investigación de Papeles de Panamá. El punto es qué pasó por dentro de su gobierno y detrás de Macri. Al decir de los comunicadores porteños que vieron de cerca a los ministros macristas, estos quedaron golpeados por la noticia internacional, maldiciendo la historia empresarial de Franco Macri que ahora complica a su hijo.

Por suerte para la Casa Rosada apareció Carrió, Súper Lilita, como garante de Macri para decir que había visto los papeles y estaba todo en orden. Pero aun así, el Presidente no presentó sus papeles de Panamá ante las instituciones republicanas, como sería el Congreso.

Una primera consecuencia es el reclamo de la oposición contra Laura Alonso, la titular de la Oficina Anticorrupción, quien públicamente atacó al personaje kirchnerista vinculado con el caso e inmediatamente defendió a su jefe político (Macri) por el mismo asunto. Esa dualidad en el argumento en un mismo momento expuso a la mujer que está al mando un órgano de control en una evidente contradicción.

La reacción patentada por los mismos periodistas argentinos que observaron el fenómeno es la situación que tuvieron que soportar los dos periodistas que participaron de la investigación global. Ellos son Hugo Alconada Mon, del diario La Nación, y Mariel Fitz Patrick, de Canal 13, a quienes, al decir de sus propios colegas porteños, desde el gobierno les hicieron ver que se sintieron traicionados por ellos, ya que trabajan en medios que tienen una posición contemplativa, cuando no oficialista.