Apenas iniciada la película, lo vemos incómodo, riéndose sin parar frente a la mirada de la asistenta social. Promediando Guasón (“Joker”, dirigida por Todd Phillips), la escena se repite en el subterráneo de Ciudad Gótica y se nos revela que Arthur Fleck, la más reciente versión cinematográfica del hombre que se convertirá en la némesis de Batman, sufre de una condición médica que causa una risa repentina, frecuente e incontrolable que no se condice con lo que él siente en el momento.

Lo que en la película funciona como la excusa para que el protagonista adquiera su rasgo más característico es real. Y no solo eso: el filme lo refleja de forma exacta y fiel. Se llama afecto pseudobulbar.

“Generalmente, nosotros vemos algo gracioso que nos da risa, pero los mecanismos de la risa funcionan de forma independiente”, explicó el neurólogo Andrés Barboza a Unidiversidad. A las emociones solemos asociarlas con un correlato psicológico, pero los circuitos de estas funcionan de forma separada. El afecto pseudobulbar aparece por daño en algunas estructuras del cerebro que están relacionadas con los circuitos de las emociones, indicó Barboza, es vicepresidente de la Sociedad Neurológica Argentina (SNA). Además, resaltó que puede manifestarse también forma de llanto.

Un video viral y la perfecta caracterización de Phoenix

Scott Lotan (47) vive en Virginia Beach, Estados Unidos, y padece esta patología. Lo curioso es que el hombre protagonizó dos videos en los que se filmó mientras tenía los ataques de risa. Fueron subidos a YouTube años antes del estreno de la película de Warner y, por supuesto, se viralizaron con posterioridad al lanzamiento del filme. El siguiente es uno de ellos:

En el caso del estadounidense, el afecto pseudobulbar es un síntoma de su esclerosis múltiple. “Trato de ser completamente consciente de mí mismo y entiendo que está más allá de mi control, pero saber que otros piensan que eres un bicho raro, y siempre explicarle a la gente que no soy un psicópata emocionalmente vacío, puede ser difícil", contó Lotan a LADBible hace una semana, ya con su video circulando por todas las redes.

Sobre la interpretación de Phoenix, dijo: “Creo que hizo un gran trabajo reflejando la imposibilidad de parar la risa, sin importar cuáles sean las circunstancias (…) Capturó bien el sentimiento de aislamiento y frustación por la falta de comprensión de los demás”. Agregó que durante el visionado de la película "se sentía como si estuviese mirando un reflejo de mí mismo".

Por qué se manifiesta

Al ser un síndrome, como la fiebre, es distinto a una enfermedad. Puede obedecer a un conjunto de causas, como la enfermedad de Alzheimer, la esclerosis lateral amiotrófica, la eslerosis múltiple, un traumatismo de cráneo o un accidente cerebrovascular (ACV), apuntó Luciano Recchia, neurólogo del Departamento de Asistencia Médico Social Universitario (Damsu).

Recchia afirmó haber tenido pacientes con afecto pseudobulbar, y ahondó en la desesperación que suele acompañar al síndrome: “Es terrible. Es socialmente incapacitante. Ponete a pensar lo que es estar en una situación triste, como un velorio, y no poder controlarlo (...) A su vez, genera una tremenda angustia y un contexto social agresivo para el paciente, porque el entorno no suele estar al tanto de lo que le sucede. Los pacientes que lo sufren realmente la pasan muy mal”. 

Los especialistas que suelen recibir consultas de este tipo son neurólogos y psiquiatras. Es una patología poco frecuente, pero no existen registros oficiales porque no es una enfermedad de notificación obligatoria para los médicos, es decir que no están obligados a registrar a los pacientes.

Existen tratamientos farmacológicos para tratar el síntoma. De todas formas, al estar asociado en muchos casos a enfermedades neurodegenerativas, como en el caso del Alzheimer, la mayoría de las veces se puede tratar, pero no curar. “Hay medicación efectiva para esto, o sea que tampoco es una condena”, explicó Barboza.

La tecnología al servicio de la salud

La tecnología se convirtió en una herramienta fundamental en nuestras vidas, a tal punto que, en el área de la medicina y la salud en general, está forjando grandes cambios. Actualmente, las interconsultas entre médicos permiten agilizar los casos y no sobrecargar a los hospitales.

No está asociado a comportamientos violentos

La película es sobre un asesino que no tiene empatía ni remordimientos, pero la condición que padece no está asociada al afecto pseudobulbar, sino a otros trastornos psiquiátricos y, sobre todo, al estigma social que sufre por presentar el cuadro.

Desde lo psiquiátrico, el médico Manuel Vilapriño dijo a este medio que el personaje, independientemente de lo que causa su risa, “tiene muchísimos síntomas que se consideran psicóticos. Toda la ideación paranoide que él hace en torno de lo que le sucede, el funcionamiento desorganizado que va adquiriendo, la pérdida del juicio de realidad... habría que ver qué tipo de cuadro psicótico, porque hay muchos”, manifestó.

El psiquiatra subrayó que la película representa muy bien la importancia de los factores socioambientales, que “disparan la genética dormida de las enfermedades psiquiátricas”. En otras palabras, Vilapriño resumió: “Si este personaje hubiese tenido otro contexto familiar y social, que muestra muy bien la película, probablemente no se habría disparado la enfermedad”.

“Para nosotros siempre está bueno que se hable de las enfermedades —celebró Recchia la popularización de la película y su enfoque de la patología neurológica—. Ayuda a que el común de la gente entienda que, en caso de tener un conocido que padece estos síntomas, la persona no lo hace a propósito”.

Día de la Salud Mental: visibilizar y contener

Elizabeth Libertal, directora de Salud Mental y Adicciones de la provincia, repasó en QTH los avances en el área a propósito del Día Mundial de la Salud Mental, celebrado el 10 de octubre. "Desde que asumimos nuestra gestión, hemos trabajado fuertemente con respecto a la Ley de Salud Mental.