Fiorella Sargenti y Luciano Banchero son dos jóvenes periodistas que residen en Buenos Aires y que desde chicos se supieron fans de la literatura, el cine y la tecnología, si es que se puede resumir su mundo de inquietudes en esas tres palabras. Consideran que el fin del periodismo será el día en el que ya no haya gente curiosa. Mientras tanto, a sabiendas de que aún hay gente a la que le gusta y le interesa escuchar radio, leer y ver videos sobre diversos temas, principalmente relacionados con la cultura pop, no han parado de generar nuevos medios y contenidos para el fandom.

Ella es editora general de la revista La Cosa Cine. Él es el autor del libro Futuro Pop: Guía para vivir en un universo de ciencia ficción y uno de los directores de Posta FM, una radio de podcasts en la que ambos realizan Hodor, Hodor, Hodor, el podcast sobre Juego de Tronos, y Es una trampa, sobre La guerra de las galaxias. Ella también conduce el podcast sobre cine Hoy trasnoche junto a Santiago Calori y Centro Rojo, sobre El Cuento de la Criada, junto a Ayelén Oliva. Además, Sargenti y Banchero realizan el programa radial Sensacional Éxito que se transmite de lunes a viernes, de 22.00 a 1.00, por Radio Metro. Además, conducen Después de los créditos, audiovisuales cortos sobre cine, y Spoiler Alert, para HBO, también sobre la franquicia Juego de Tronos.

Fiorella Sargenti es fueguina y siempre le gustaron las películas, la ficción, los cómics y demás, aparte de saber –desde chica– que quería escribir. Cuando se fue a Buenos Aires, se dio cuenta de que quería ser periodista y estudió en TEA. Un día fue a un kiosco de diarios y revistas, se encontró con la revista La Cosa Cine y se dio cuenta de que ahí era donde quería escribir. 

Por su parte, Luciano Banchero considera que todo fue "una serie de accidentes muy felices", y agrega: "Cuando era chico me gustaba mucho leer, escribir, jugar a la radio, grabar casetes con mi voz o imitar a la tele. Es como que hacía podcasts, pero analógicos". Por eso estudió locución y luego, Comunicación Social. Mientras todavía estudiaba esta última carrera empezó a trabajar. "Una cosa llevó a la otra y así empecé a conocer gente con la que empecé a hacer cosas chicas, después esa gente me recomendaba para hacer otras cosas, y así", relató.

Son muy versátiles con los distintos formatos, es decir, se adaptan a lo escrito, a la radio y a los audiovisuales. ¿Cómo se da eso? ¿Qué es lo que más difícil les ha resultado?

LB: Hacer cosas con imagen, creo que requiere de otro set de habilidades que pienso que no tenía o no tengo, no sé. A la vez, sé que me divierte hacerlo, es otra cosa que terminó pasando.

FS: En TEA practicás para tele, pero para mí –yo supongo que ahora se habrá aggiornado, terminé la carrera en 2006– era esa cosa superacartonada de noticiero que, por lo menos a mí, no me sale.

LB: Te preparan para ser genérico en las facultades.

FS: Lo bueno es que ahora, con estos nuevos medios que se abren gracias a YouTube, Instagram, lo que sea, podés hacer audiovisual, pero con la impronta que uno tiene. Igual, creo, a nosotros tampoco nos saldría –y no lo queremos hacer– el lenguaje youtuber, eso es como otra cosa que no manejamos.

Por ahí se habla bastante de los “apocalipsis” del periodismo. ¿Qué creen ustedes sobre eso?

FS: Para un medio gráfico hoy es superdifícil, ni hablar, porque se compra mucho menos, porque hoy los kioscos de diarios y revistas venden más muñequitos, espadas de Minecraft, falsos Legos y demás que revistas reales. Además, por ejemplo con lo del dólar, el papel es importado, entonces hay un tiempo en el que no sabés ni cuánto va a poder costar. Eso hasta genera demoras si pasa algo como lo que pasó en las últimas semanas (Nota: la entrevista se realizó el día 28 de mayo). Por suerte, con La Cosa está por un lado la historia y la gente que la colecciona desde hace cien millones de años y, por otro lado, la página y las redes, que funcionan muy bien.

LB: Para mí, hay un montón de miniapocalipsis dándose al mismo tiempo. Tenés por un lado a la gente que no le interesa leer, las crisis económicas, tenés la apertura de un montón de plataformas nuevas que hace que cualquiera piensa que puede ser especialista en cosas, pero creo que también todo eso se da en un momento en el que hay oportunidades como nunca para generar alternativas. Mientras siga habiendo gente que tiene ganas de leer y buscando cosas para escuchar o ver cosas interesantes, tiene que seguir habiendo gente para producirlo. Para mí es tan simple como eso. Un apocalipsis de verdad sería que se extinguiera la gente curiosa.

Se da bastante, aunque cada vez menos, que los aficionados de la cultura pop sean tildados de nerds. ¿Cómo viven eso ustedes?

LB: Para mí, más que reivindicar al nerd, deberíamos normalizarlo. Yo no entiendo, y nunca me va a entrar en la cabeza, por qué el que te guste el Capitán América es distinto a que te guste el automovilismo. Para mí es lo mismo. Probablemente el fútbol tiene mejor prensa que los cómics.

FS: Para mí es la visión de The Big Bang Theory que no se ríen "con", sino que se ríen "de". Confunden todo y es como una especie de caricatura, que es la que hace que se perpetúe esa idea de que el nerd que consume ciencia ficcón, fantasía y demás es raro, no sabe hablar en público, esta cosa que tiene también la serie de que les gusta todo a todos. Para mí la lucha sería hacer que se deje de señalar como distinto o como raro este tipo de gustos.

Si hay algo que se nota en lo que ustedes hacen es que es con mucha pasión.

LB: Nosotros nos sometemos voluntariamente a trabajar todos los días de la semana, desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir, y esto no es una exageración, es así. Y eso solamente pasa cuando amás lo que hacés.

FS: Hay algo gracioso que es un montón de gente que dice que nos pagan para que digamos que algo nos gusta. Lo más loco es que en mi carrera, y creo que a Luciano le pasa algo igual, las veces que me contrataron para hacer algo relacionado con una franquicia o con un producto, fue porque yo había hablado de manera muy entusiasta de eso porque a mí ya me gustaba. O sea, se acercaron porque a mí ya me gustaba eso. No funciona al revés. Como periodistas, una cosa es ser curioso, querer informar y comunicar algo que quizás a vos no tiene por qué gustarte, que está perfecto, pero hoy en día, con todo el tema de redes sociales y que todo el tiempo podemos estar expresando qué nos gusta y qué no, no me saldría expresar particular cariño o interés por temas que no me interesan, que es distinto a poder escribir una nota o poder hablar o dar la noticia en la radio o lo que sea. La industria se abrió mucho para el lado de que, si te gusta mucho algo y lográs comunicarlo y transmitirlo de una manera en la que podés generar en el otro un interés similar, se te acerca gente y vos podés tratar de vivir de eso.

LB: También hay una parte personal. Siento que tengo un compromiso con el que escucha, el que lee o el que ve, entonces trato de que lo que hagamos esté bueno. Es eso, tratar de hacer lo mejor posible. Se nota mucho cuando uno se tira a chanta, y hoy se nota más que nunca.