Mauricio Macri vio sepultadas este domingo sus esperanzas de alcanzar el balotaje. Derrotado, tuvo un gesto republicano, una de las banderas del “Sí se puede”, la campaña que lo llevó a recortar la diferencia de las PASO, pero que no alcanzó para convencer a quienes habían votado a Alberto Fernández, que revalidó esos votos, ganando en primera vuelta. Ese gesto fue tan simple como invitar a desayunar a su contrincante.

Así, la foto de Macri y Fernández en Casa Rosada abre una etapa de reordenamiento, con una “transición ordenada”, tal como planteó el jefe de Estado desde su búnker en Costa Salguero. Esa transición, que está por verse cómo cae en los mercados, también deberá hacerla hacia adentro y evaluar cómo continúa con su rol del líder del Pro y principal figura de Juntos por el Cambio. 

Tras aceptar la derrota, Macri manifestó que seguirán trabajando “por los argentinos”, ejerciendo “una oposición sana”. Y si bien mostró su ánimo de continuar, no pareciera tener hoy el poder necesario para hacerlo. Dentro de Juntos por el Cambio aparecen así, figuras que sí ganaron en un escenario difícil para todo lo que tuviera color amarillo y demostraron que tienen futuro político. El primero en esa lista es Horacio Rodríguez Larreta, luego aparecen nombres como María Eugenia Vidal, Martín Lousteu y el mendocino Alfredo Cornejo (todos de cuna más políticas que empresaria).

Larreta emergió como el gran ganador de la jornada electoral nacional, ya que obtuvo la reelección como jefe de la Ciudad de Buenos Aires  con el 55% de los votos, lejos de arriesgar un balotaje frente a Matías Lammens (FdT). De esta manera, el exladero de Macri será el “hombre fuerte” del Pro y decidor del futuro de su partido dentro de la alianza Cambiemos, que fue a estas elecciones como Juntos por el cambio.

Otra figura es el gobernador mendocino, quien obtuvo una gran victoria como primer candidato a diputado nacional, dando vuelta el resultado de las PASO y garantizando así que sean tres los representantes de Cambia Mendoza para ingresar al Congreso. Cornejo es, de esta manera, el radical con más pergaminos para continuar como líder del partido centenario y buscará ser una voz de peso en la bancada opositora de diciembre en adelante.

Cornejo manifestó que la alianza que llevó a Macri a la presidencia debe continuar, pero claramente con otra lógica. En ese camino también aparece Lousteau, de buena relación y diálogo con el mendocino. El exministro de Economía bajó sus pretensiones para terminar bajo la órbita de Larreta en Capital.   

Por último, esta Vidal, quien fue una de las grandes derrotadas, pero parece mantener cierto poder simbólico. Al hablar ante la militancia en el búnker de Juntos por el Cambio se la notó animada para continuar como referente del Pro, aunque por ahora su futuro político es una incógnita.

De esta manera, el cambio en el poder central generará muchas dudas en el principal espacio opositor, que estará obligado a no repetir errores del pasado para buscar la unidad. Esa fue la lectura que hizo el peronismo y el kirchnerismo antes de las elecciones, entendiendo que si no había unión, no había victoria.

Mientras tanto, la transición transcurrirá con más urgencias económicas que políticas y será a partir de 2020 cuando los jugadores de la nueva oposición muestren sus cartas.