El Estado Islámico (EI) asumió la autoría de los atentados en Sri Lanka contra iglesias y hoteles de lujo que causaron la muerte de al menos 320 personas el domingo 21 de abril. El Gobierno del país asiático aseguró que los ataques fueron una venganza por la reciente matanza en dos mezquitas de Nueva Zelanda.

“Los ejecutores del ataque que tuvo como objetivo a los ciudadanos de los países de la coalición y cristianos antes de ayer son combatientes del Estado Islámico”, dijo en un comunicado una fuente de seguridad a la agencia Amaq, afín a los yihadistas.

El secretario de Estado de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, señaló que los ataques con bombas del domingo de Pascua fueron represalias por el reciente atentado en dos mezquitas de Nueva Zelanda. Se trató de una acción "contra los musulmanes de Christchurch", declaró el funcionario.

Ayer, lunes 22 de abril, el gobierno ya había comunicado la sospecha de que un movimiento islamista local estaba detrás de los atentados y que estaban investigando vínculos con grupos extranjeros.

El gobierno de Sri Lanka le atribuyó el ataque a un grupo yihadista

Se llamaría National Thowheeth Jama"ath (NTJ) e investigan los vínculos que podría tener con una red de terrorismo internacional.

Mientras tanto, el número de muertos por los ataques se elevó a 321, según las autoridades locales, y la cifra de heridos sigue en más de 500. La ONU anunció que, entre los fallecidos, hay al menos 45 niños, niñas y adolescentes, entre ellos, un bebé de 18 meses.

En un día de luto nacional, Sri Lanka comenzó hoy a enterrar a algunas de las víctimas. "Hasta el momento, hemos enterrado aquí 20 cuerpos, pero no sé exactamente cuántos más vamos a enterrar", manifestó a EFE el sacerdote K.A. Samieera en el funeral oficial celebrado en la iglesia Katuwapitya, en Negombo, a unos 40 kilómetros al norte de Colombo.