En medio de la pandemia del coronavirus, los adultos mayores de 60 años son los más desprotegidos, no solo por ser la población de mayor riesgo de contagio, sino también por las dificultades que les genera tener que cumplir la cuarentena dispuesta por el Gobierno, ya que muchos de ellos viven solos o con personas de las cuales deben estar alejadas. ¿Cómo evitar que el distanciamiento social se transforme en un aislamiento total? Ser solidarios, ayudarlos para que no salgan de sus casas y llamarlos por teléfono son algunas de las recomendaciones. 

Los expertos médicos dicen que si las personas de más de 60 años se infectan, es más probable que sufran una enfermedad grave que amenace su vida, aunque su salud general sea buena. Las que tienen padecimientos médicos subyacentes están expuestas a un riesgo particularmente alto, atribuido, en parte, a un debilitamiento del sistema inmune debido a la edad.

Para evitar esta exposición al virus, la recomendación es que se queden en sus casas. ¿Pero cómo evitar que este distanciamiento se convierta en aislamiento social? Es que el 16 % de las personas de 60 años o más viven solas, según un estudio reciente del Centro de Investigaciones Pew en más de 130 países y territorios. De esta manera, la soledad implica su propio conjunto de riesgos de salud.

En Argentina, el 15 % de la población tiene más de 65 años, unos 6millones de habitantes, y el 3 % vive en geriátricos, explicó a La Nación el sociólogo Enrique Amadasi, excoordinador del Barómetro de Personas Mayores de la UCA y actual investigador de la Fundación Navarro Viola.

"El 50 % de los mayores argentinos hoy convive con población sub-60: los hijos, los nietos, la nuera o el yerno. Los que viven solos son solo el 20 %, y otro 30 % lo hace con otra persona también mayor, en general, su pareja. Significa que uno de cada dos adultos mayores difícilmente pueda realizar un aislamiento sanitario como se recomienda, porque seguiría en contacto con otros miembros de la familia. Y si pensamos que de ese 50 %, son mayoría los adultos de estratos sociales bajos, sin otras posibilidades de vivienda, es aún más dificultoso", remarcó Amadasi.

La gerontóloga Viviana Lasagni, en diálogo con Canal 7, explicó la importancia de ayudarlos y no dejarlos solos. “Hay que pedirle a la familia, a los amigos, a los vecinos y a los porteros que se ofrezcan a prestar ayuda porque muchas veces ellos no la piden. Hay que hacerles las compras, llamarlos por teléfono. Hay que evitar que hagan colas en los bancos. Si no tienen una consulta médica urgente, es importante que no vayan a los hospitales. También es importante que los médicos extiendan recetas por tres o cuatro meses para que las personas no tengan que concurrir a buscarlas de manera permanente”, sostuvo.

El sector al que hay que prestarle mayor atención, señaló la gerontóloga, es al que vive en residencias geriátricas o con cuidadoras en su casa. “Hay que tomar medidas de prevención, como lavarse las manos y desinfectar. Hay que minimizar las visitas porque los familiares pueden haber estado expuestos al virus. Pero esto es lo más traumático para los adultos mayores, por eso hay que llamarlos, hablar con ellos, preguntarles cómo están”, recomendó.

Otro punto que dificulta la cuarentena es que los mayores de 65 años son una población poco digitalizada, por esto no es muy esperable que vayan a reemplazar compras, transacciones y encuentros sociales por el uso de internet. El 70 % de ellos no usa este tipo de conexión, el 83 % no utiliza computadora y el 44 % no se vale de un teléfono celular, según los últimos datos de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec. 

Tres de cada cuatro adultos mayores prefieren hacer fila en el banco y usar la ventanilla antes que el cajero automático, según un estudio que hizo en 2018 el Barómetro de la UCA sobre el uso de los servicios bancarios por parte de los adultos mayores. Las dos razones principales alegadas son el miedo usar el cajero automático y que les gusta ir al banco. "A la gente mayor le gusta ir al banco, hacer la fila, aunque cueste creerlo. Esta es una demanda de socialización no satisfecha que tienen los adultos mayores. Ir al banco, comprar sus remedios, ir todos los días al mercadito, ir frecuentemente al médico, los conecta con otras personas. Salen por cualquier motivo a la vida pública porque es su manera de socializar", explicó Amadasi.

Aldo Sáez, director de Adultos Mayores de Mendoza, analizó en CNN Mendoza: “A donde más va la gente es a los bancos. Insistimos en que tenemos que aprender a usar la tarjeta, se lo pido a los familiares de los adultos mayores. Algunos bancos han tomado las medidas suficientes, el Banco Nación ha extendido la supervivencia 60 días".

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Evitar tener miedo y mantener el contacto

Paula Pochintesta, licenciada en Psicología, docente e investigadora en gerontología, comentó a Télam: “El miedo asociado a la enfermedad y a la muerte es algo que nos interpela a todos. Lo que se incrementa es la posibilidad de que afecte más al grupo de adultos mayores, algo que aparece inflado por lo que se ve en los medios y puede exacerbar el sentimiento en esas personas”. 

Sin embargo, la médica especialista en psiquiatría y psicogeriatría Alicia Kabanchik indicó que la persona de envejecimiento normal a lo largo de la vida pasó muchos duelos, inclusive situaciones complejas, como el que estuvo en una guerra; entonces, los miedos en general no tienen tanto que ver con ellos, sino con hijos y nietos. “El miedo a la muerte o al contagio se dan más en la edad media de la vida; el adulto mayor tiene más miedo por sus descendientes que por él mismo“, agregó. Respecto de las personas que sufren depresión, fobia o un cuadro psicótico, “puede presentar un reagravamiento de sus síntomas“, explicó.

Para mantener el contacto con quienes no manejan herramientas digitales, incluso se puede recurrir a la escritura. “El diálogo es fundamental, que la persona no guarde sus angustias, que si se siente angustiado, se comunique telefónicamente o por una nota, que escriba cartas, que trate de compartir con el resto de sus pares y su familia“, dijo la especialista.

Pochintesta señaló que "en general, el aislamiento es un problema grave en las personas mayores. Un tercio de la población mayor participa de actividades recreativas, sociales, culturales, políticas. Para ellos, dejar de asistir a esos espacios va a influir en su vida cotidiana“, expresó. En ese sentido, la psicóloga evaluó que “puede producir una angustia cómo enfrentar ese tiempo en el hogar".

Recomendaciones

Los adultos mayores deben cancelar las citas médicas no esenciales y reemplazarlas por servicios de telemedicina, en caso d que estén disponibles. También puede pedirle al médico que haga recetas por varios meses.

Conviene minimizar las visitas de toda índole para evitar un desfile constante de gente en la casa.

Los cuidadores deben lavarse las manos o usar gel antibacterial. Cualquier equipo que lleven debe limpiarse con desinfectante. 

Llamarlos por teléfono, hacerles las compras y ayudarlos en lo que necesiten les evitará tener que salir de sus hogares.

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