Dictaron una condena histórica contra los sacerdotes abusadores del Próvolo

El Tribunal condenó a los curas Nicola Corradi y Horacio Corbacho a 42 y 45 años de prisión respectivamente, y a 18 al jardinero Armando Gómez. Ordenó al Ejecutivo poner en marcha medidas restaurativas para los sobrevivientes.

Dictaron una condena histórica contra los sacerdotes abusadores del Próvolo

Los chicos y chicas agradecieron a quienes los acompañaron durante estos tres años. Foto: Unidiversidad

Sociedad

Abusos en el Instituto Próvolo

Unidiversidad

Verónica Gordillo

Publicado el 25 DE NOVIEMBRE DE 2019

Los sobrevivientes de abuso del Instituto Antonio Próvolo no mienten, nunca mintieron. Por eso, la Justicia condenó a los sacerdotes Nicola Corradi y Horacio Corbacho a 42 y 45 años de prisión respectivamente, y al jardinero Armando Gómez a 18 años por abusar y corromper a diez exestudiantes sordos que asistían a la sede de calle Boedo, Luján de Cuyo.

La sentencia fue también un freno para el sistema de impunidad que le permitió al sacerdote Corradi ser trasladado desde Europa hasta la Argentina cuando se conocieron las primeras denuncias de los alumnos de Verona, en Italia. Un sistema que, según los integrantes de las Redes de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico, la Iglesia Católica nunca modificó.

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Los sobrevivientes de abuso del Instituto Antonio Próvolo no mienten, nunca mintieron. Por eso, la Justicia condenó a los sacerdotes Nicola Corradi y Horacio Corbacho a 42 y 45 años de prisión, respectivamente, y al jardinero Armando Gómez a 18 años por abusar y corromper a diez exestudiantes sordos que asistían a la sede de calle Boedo, Luján de Cuyo.

 

Una vida nueva

Los sobrevivientes y sus familiares escucharon la sentencia en la misma sala donde estaban sentados sus victimarios y también siguieron la transmisión en vivo 12 mil personas. Es que este fallo fue una esperanza para muchos, pero sobre todo para los exalumnos de Verona, que nunca tendrán justicia porque en Italia dieron por prescriptos los delitos.

Al salir de la sala de debate, los sobrevivientes se abrazaron con sus familiares y amigos. “Estamos felices después de tanta lucha, ahora empieza nuestra vida”, fueron las palabras que una de las chicas expresó a través de la intérprete en lengua de señas.

Los sobrevivientes se abrazaron con sus familiares, luego de escuchar la sentencia. Foto: Ariella Pientro / Unidiversidad

Para sus familias también fue un momento histórico. “No estamos festejando nada, solo sentimos un gran alivio", fueron las palabras de Ariel, papá de una exalumna del instituto. Silvana aseguró que la sentencia significó un alivio y una tranquilidad moral y espiritual después de tres años de cuestionamientos.

Los chicos y chicas agradecieron a las personas que les creyeron y les ayudaron en este camino, que fueron muchas: a la senadora Daniela García; al jefe de los fiscales de Delitos Contra la Integridad Sexual, Alejandro Iturbide; al fiscal que investigó la causa, Gustavo Stroppiana, y a los querellantes Sergio Salinas, Lucas Lecour, Oscar Barrera y Leandro Lanci.

La sentencia también fue una reivindicación para los y las intérpretes en lengua de señas, que fueron acusados a lo largo del proceso de mentir y de tergiversar. Lo cierto es que su trabajo comprometido fue esencial para poder concretar este proceso.

 

El fallo

Los magistrados Carlos Díaz (presidente), Mauricio Juan y Aníbal Crivelli condenaron al sacerdote Corbacho a 45 años por 13 hechos de los 16 con los que llegó imputado al proceso. En tanto, a Corradi le dieron una pena de 42 años por 5 hechos. Además, en ambos casos, los inhabilitaron en forma perpetua para ejercer el sacerdocio. En cuanto a Gómez, lo condenaron a 18 años de prisión por los 4 hechos, una pena menor a  la de los sacerdotes debido a que no tenía jerarquía ni autoridad en el instituto.

Pero más allá de las penas, el Tribunal ordenó al Ejecutivo poner en marcha medidas restaurativas para los sobrevivientes. Solicitó al Ministerio de Salud brindarles asistencia psicológica gratuita a fin de lograr su efectiva recuperación; a la Dirección General de Escuelas (DGE), opciones educativas según sus capacidades y necesidades, y a Desarrollo Social, otorgarles subsidios, becas o pasantías rentadas que les permitan tener oportunidades laborales.

La investigación y el fallo también significaron un antes y un después para el sistema judicial mendocino. El fiscal Stroppiana aseguró que los obligó a "aggiornarse" y que hoy están más preparados para enfrentar este tipo de procesos.

 

Suelta de globos

Los sobrevivientes, los familiares y los querellantes se reunieron después del mediodía en las escalinatas del Palacio Judicial. Ahí hicieron una suelta de globos. Uno de los papás aseguró que el mundo debe saber que en Mendoza se condenó a sacerdotes abusadores y que esto debe animar a otros a denunciar.

"Queremos que sepan que en Mendoza se condenó a los sacerdotes abusadores", fueron las palabras de uno de los familiares. Foto: Unidiversidad 

Desde distintos lugares llegaron sobrevivientes para acompañar a los chicos y chicas mendocinas. Uno de ellos fue Daniel Sgardelis, el primer denunciante de la causa de La Plata y el que señaló al sacerdote Nicola Corradi como su abusador.

También estuvo presente Julieta Añazco, una sobreviviente que formó la organización Iglesias sin Abusos, que aseguró que el caso mendocino es emblemático y que produjo una gran cantidad de llamados de personas que querían denunciar.

La Justicia de Mendoza dictó este lunes una sentencia histórica. Con su fallo, dijo que los sobrevivientes no mienten, que nunca mintieron, y esa fue también una reivindicación para los denunciantes de La Plata y de Verona, en Italia.  

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