Durante el juicio por presuntos abusos en el Instituto Próvolo ya declararon 15 exalumnos y alumnas que corroboraron los hechos por los que están acusados dos sacerdotes y un jardinero, y mañana comienzan a testificar sus familiares. Así lo confirmó uno de los abogados querellantes, Oscar Barrera.

El proceso contra los sacerdotes Nicola Corradi (83), Horacio Corbacho (59) y el jardinero Armando Gómez (49) comenzó el 5 de agosto. Entre los tres deben responder por 28 hechos de abuso sexual y corrupción de menores.

A lo largo de las 23 audiencias que lleva el proceso, los integrantes del Tribunal Penal Colegiado Nº 2 escucharon los relatos de 15 exalumnos y alumnas del Instituto, la mayoría a través de la reproducción de la grabación de las Cámara Gesell realizadas durante la investigación. Sólo unos pocos se realizaron en el Poder Judicial y se transmitieron en vivo a la sala de audiencias.

Joven acusó al cura Corbacho de abusar y filmar a sus compañeras

Una testigo de identidad reservada acusó al sacerdote Horacio Corbacho (59) de abusar de sus compañeras del Próvolo, de golpearlas y de filmarlas. Además, aseguró que algunos de esos momentos los presenció la religiosa Kumiko Kosaka, imputada en otra causa.

Algunos de los alumnos y alumnas testificaron en calidad de víctimas de los hechos por los que están acusados los imputados y otros como testigos de esas mismas vejaciones.

Las declaraciones coincidieron en otros aspectos: que los chicos y chicas eran filmados, que era usual que les mostraran pornografía. También repitieron que padecían malos tratos y amenazas, especialmente quienes pretendían denunciar lo que sucedía puertas adentro del colegio.

Otro de los aspectos en los que coincidieron fue que las autoridades sabían lo que sucedía. Unos aseguraron que advirtieron a los sacerdotes y otros a las autoridades del colegio, especialmente a la representante legal, Graciela Pascual, imputada en otra causa.

Durante los testimonios, dos jóvenes denunciaron que el sacerdote Corradi los violó, dos hechos por los que no se lo juzga en este primer proceso. Por esto, el Ministerio Público Fiscal solicitó abrir una nueva investigación.

La causa Próvolo impulsó las denuncias de las víctimas de La Plata

El caso del Próvolo en Mendoza fue el puntapié inicial para que once sobrevivientes del instituto de La Plata se animaran a declarar, lo que impulsó el proceso abierto en esa ciudad y que ya tiene tres acusados: los sacerdotes italianos Nicola Corradi y Eliseo Pirmati, y el profesor de informática José Britez, el único detenido.

Testimonios que acreditan los hechos

El querellante, Oscar Barrera, dijo que las declaraciones permitieron acreditar los hechos denunciados, tanto porque las víctimas directas señalaron a sus abusador y en qué contexto se produjo la vejación; como por los testimonios indirectos de sus compañeros, que corroboraron los hechos.

Barrera comentó que las declaraciones también permitieron ratificar los malos tratos y amenazas que sufrían los alumnos. Y explicó que los victimarios las utilizaban como el reaseguro de que nadie se animaría a hablar.

El querellante explicó que los relatos permitieron ratificar que los imputados elegían a las víctimas, porque siempre eran las más vulnerables, las que podían amedrentar fácilmente y en muchos casos las que estaban lejos de su familia.

Próvolo: "El juicio es una forma de procesar el trauma"

Para los sobrevivientes del Instituto Próvolo, el juicio que se realiza contra dos sacerdotes y un jardinero por abuso sexual es una forma de procesar el trauma, una posibilidad de reivindicación y de reestablecer el lazo con la comunidad.

En sus relatos, los alumnos también nombraron a otros imputados que no se juzgan en este proceso, a algunos como autores directos de vejaciones y a otros por ser partícipes o tener conocimiento de los mismos y no hacer nada para protegerlos. Estos fueron: Jorge Bordón que aceptó la culpabilidad de 11 hechos y fue condenado a 10 años de prisión, una persona que fue declarada inimputable, la religiosa Kumiko Kosaka y la representante legal del Instituto, Graciela Pascual.

Sólo falta que testifique una exalumna, que lo hará con la modalidad de cámara Gesell en vivo, aunque aún no se establece qué día será.

Mañana martes comenzarán a testificar familiares de los chicos y chicas, a quienes las partes –tanto la querella como la defensa- tendrán la posibilidad de hacerles preguntas. Luego será el turno de los profesionales del Cuerpo Médico Forense y del Equipo de Abordaje de Abuso (Edeaas), entre otros.

En Mendoza se abordan 400 casos de presuntos abusos por mes

El Equipo de Abordaje de Abuso Sexual (Edeaas) atiende 400 casos por mes, que en la práctica significa acompañar a las presuntas víctimas y evaluarlas para determinar si están en condiciones de contar lo que les pasó y de declarar. De ese total, 370 son menores de edad.

Abusos y malos tratos

Durante la audiencia de hoy el Tribunal escucho el testimonio de un joven de 27 años que fue alumnos en el instituto hasta 2013. El mismo se realizó con la modalidad de cámara Gesell, que se reprodujo en vivo en la sala de audiencias.

El joven corroboró que el cura Corbacho abusaba de las niñas, aseguró que elegía a sus víctimas, porque siempre eran las mismas chicas.

En su relato también contó que algunos de los encargados de cuidarlos miraban pornografía y que grababan a sus compañeros.

“Nosotros no entendíamos lo que pasaba, éramos muy chicos”, fueron las palabras del joven, siempre según el relato del querellante ya que por tratarse de delitos de instancia privada las audiencias no son públicas.