Entre la espada y la pared. El gobernador Alfredo Cornejo habló esta mañana en Lanata sin filtro y dejó en manifiesto ciertas “incomodidades” con la Casa Rosada, acerca de la intención de aplicar un gravamen del 10 % a los vinos. Dijo que está de acuerdo en líneas generales con las reformas del Gobierno nacional, pero que el impuesto a la principal industria mendocina es un impuesto distorsivo, dentro de la “economía más sana” que, según él, impulsa el presidente Mauricio Macri. 

Cornejo, en diálogo con Jorge Lanata, criticó la intención del Gobierno nacional de establecer un impuesto al vino y explicó: “En primer lugar, la producción de vino es una producción industrial, pero con una base netamente agraria. Por cada hectárea hay un empleo detrás de eso. Pocas cosas se hacen tan artesanalmente, no es el caso ni de la cerveza ni de la gaseosa“.

En ese sentido, el gobernador dijo que la industria vitivinícola “no es economía regional típica, sino una economía con un gran eslabonamiento”. Lanata lo cruzó: “Yo no estoy de acuerdo, el alcoholismo es uno de los grandes problemas de la sociedad”. Y Cornejo le respondió: “La gaseosa tiene conservantes que, de estar en los vinos, derivaría en la clausura de bodegas por parte del Instituto Nacional de Vitivinicultura, porque prohíbe contaminantes para la salud”.

Para el mandatario provincial “las bebidas alcohólicas con baja graduación, si son bebidas con moderación, no son perjudiciales para la salud“.

“Desalentar el consumo de bebidas como el vino sería desalentar una actividad que tiene un gran eslabonamiento económico. Va a contramano de todas las reformas que plantean”, dijo el gobernador, quien dijo que la situación lo pone en un “grado de incomodidad enorme”, porque él está de acuerdo con el Gobierno nacional en líneas generales.

Cornejo también apuntó contra el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y deslizó problemas de comunicación entre Casa Rosada y el edificio de calle Peltier. “Dujovne me dijo que estaban estudiándolo [al impuesto] y al día siguiente lo anunciaron”, expresó el gobernador.

“Una economía más sana no tiene que tener impuestos distorsivos”, resaltó Cornejo, quien forma parte de la alianza Cambiemos y dice que concuerda con el rumbo económico adoptado por el Gobierno nacional, salvo con esta medida perjudicial para la industria vitivinícola.

El gobernador finalizó su charla: “La Argentina tiene que reducir el déficit fiscal, es una necesidad. Pero el tema es cómo lo reduce, que no toque a los sectores más competitivos”.

El vinagre de los bodegueros

Para los empresarios la medida es contradictoria, más allá del costo que implica el gravamen al vino. La furia del sector vitivinícola, la crítica de la oposición y la incomodidad de Cornejo.