El director de Calidad y Servicios Turísticos de la Provincia, Marcelo Reynoso, confirmó a Unidiversidad este jueves que el Gobierno busca desarrollar turísticamente la alta montaña a través de la concesión de tierras fiscales a privados para que éstos generen mayor ordenamiento y rentabilidad en la zona cordillerana.

Sin embargo, el plan no fue bienvenido para muchos pobladores de la zona, ya que temen desalojos masivos y el quiebre de microemprendimientos individuales. Germán Lisandrini, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Uspallata, denunció que ya llegó la primera orden de desalojo a uno de los lugareños. Se trata de Sebastián Pérez, dueño del hostel Desvío Las Leñas, quien recibió la notificación el pasado viernes 20 de parte de la Agencia Administrativa de Bienes del Estado a nivel nacional. Pérez se asentó hace seis años en los galpones del ferrocarril, abandonado hace décadas. Como él, muchos residentes están en la misma situación.

Por esto, y por sentirse excluidos de las decisiones del Gobierno provincial, uniones vecinales de los distintos distritos, reunidas en el Foro por la Autonomía de la Alta Montaña, se reúnen este jueves 26 para decidir un plan de lucha en contra del plan turístico oficial. Por ahora, serían manifestaciones a la vera de la Ruta 7, con carteles y expresiones artísticas, aunque no descartan el corte de ruta si es necesario para hacerse escuchar.

El ambicioso plan turístico intentará, según Reynoso, "poner orden a una inestabilidad jurídica que viene desde hace 30 años" en las cientos de miles de hectáreas que se encuentran en el tramo que va entre Polvaredas y Las Cuevas. La mayoría (aún no mensuradas) pertenece al Estado nacional, y el resto, a propietarios privados. 

Así, el director de Calidad y Servicios Turísticos de Mendoza aseguró que "la ausencia del Estado hizo que muchas familias ocuparan terrenos fiscales y trabajaran en microemprendimientos de forma desordenada. Digamos que esos terrenos, que tienen una enorme riqueza de recursos, están siendo subexplotados y queremos mejorar integralmente la zona", sentenció el funcionario, en diálogo con este portal.

"Hace falta un desarrollo integral en la alta montaña, incluso un centro de esquí en Las Cuevas, pero no de esta forma. El Ejecutivo presentó el plan en un par de reuniones con los vecinos, pero no es claro en cómo procederá. Tampoco buscó consenso en nada y mientras tanto, van llegando órdenes de desalojo. Eso no predispone de la mejor manera", criticó Lisandrini.
 

Promesas

Reynoso negó que las tierras se vayan a repartir sin antes garantizar un desarrollo sustentable a nivel económico, social y ambiental. Y aseguró que el plan turístico cuenta con el aval de las uniones vecinales de la zona cordillerana. "Hemos tenido reuniones con todos los sectores y les hemos garantizado que no se quedarán sin trabajo, sino que se ordenarán los microemprendimientos", prometió el político.

"No se venderá ninguna tierra. Todo será en comodato y no hay peligro de que se queden sin casas o sin emprendimiento. Nuestra decisión política es para que haya inversión empresaria, pero también desarrollo social en la zona", apuntó Reynoso, y agregó, irónico: "El cambio de gestión creó un conjunto de resistencias y hay gente que trabaja por sus posiciones políticas, nada más".
 

Interesados

Habría unos cuatro grupos empresarios interesados en la concesión de esas tierras, aunque aún se desconoce si éstos serían nacionales o extranjeros. Como fuere, los privados deberán esperar al menos unos 4 o 5 meses, hasta tanto el Gobierno provincial tenga listo un estudio sobre los recursos geoturísticos que pueden desarrollarse en la zona. En tanto, el funcionario de Turismo viajó este jueves a Buenos Aires para reunirse con asociaciones ferroviarias y otras entidades nacionales para ir generando acuerdos políticos con las tierras del Estado.

Es que la zona de alta montaña tiene un verdadero potencial turístico, y eso lo saben bien desde el sector privado y el público. Desde el camino del Inca, la conexión ferroviaria con Chile, el camino por donde transitó el Ejército de los Andes hasta el volcán Copahue dan a ese lugar una serie de atractivos que no deberían pasar inadvertidos para el visitante. En eso coinciden funcionarios, empresarios y hasta los propios vecinos del lugar.