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El confinamiento y el cese de actividades cotidianas conllevan un cambio de hábitos y de horarios para alimentarnos. Cómo lidiar con la preocupación y la incertidumbre a través de una dieta balanceada.
Foto ilustrativa
Elizabeth Montecinos Pincheira
Publicado el 29 DE ABRIL DE 2020
A casi 40 días del decretado de aislamiento social, preventivo y obligatorio, muchos argentinos han modificado su manera de alimentarse, cambiando dietas, costumbres y hasta horarios. Unidiversidad dialogó con la licenciada en nutrición Gladys Dip, que explicó cómo sobrellevar los planes alimenticios en un contexto de ansiedad frente al encierro.
“Actualmente tenemos más momentos de ocio, en los que miramos la televisión o chusmeamos las redes sociales, y lo que permanentemente vemos son instructivos para realizar recetas de cocina, lo que nos lleva a comer. No estamos sabiendo manejar la ansiedad”, afirmó la licenciada en nutrición.
Gladys, que trabaja en la carrera de Bromatología en la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCUYO, recalcó la importancia de tratar de llevar una dieta saludable, evitando excesos. Un punto importante es la limpieza previa de los alimentos, como frutas o verduras. Cuatro o cinco gotas de lavandina en un litro de agua son suficientes para higienizar de manera correcta estos víveres. “La clave está en llevar una dieta saludable realizando una compra saludable”, destacó Gladys.
Al momento de consumir carnes, es fundamental quitar todo tipo de grasas visibles, como la piel de pollo, y cocinar pescado fresco. Una porción de carne es suficiente. En el caso de los guisos, en lugar de utilizar panceta, es mejor usar carnes magras. En vez de fiambres, consumir matambre magro o peceto.
En lugar de gaseosas o bebidas azucaradas, aconseja preparar jugos naturales a partir de agua y frutas licuadas o enteras. En cuanto al alcohol, un vaso de vino por día es lo menos nocivo para la salud, afirmó la licenciada.
Es cierto que muchas de las recetas con las que nos topamos en las redes son de alimentos pertenecientes al ámbito de la repostería; es por esto que Gladys nos recomendó no utilizar crema de leche y reemplazar la manteca por aceite, en la medida de lo posible. En el caso de hacer bizcochuelos o tartas, optar siempre por incluir frutas en la preparación, como manzanas, frutos secos o bananas.
“El encierro y el cese de nuestras actividades cotidianas durante esta cuarentena nos ponen ansiosos, nerviosos, y hasta se nos dificulta conciliar el sueño. Utilizar el tiempo libre haciendo ejercicio físico es importante. Para no aburrirnos, podemos alternarlos: hacer un día aerobics, otro día yoga, otro pilates, y así. Esto ayuda a disminuir la ansiedad y mejorar nuestra autoestima”, aseguró Gladys.
De este modo, la profesional de la nutrición aseguró que la medida ideal para llevar una buena alimentación es tomar ocho vasos de agua por día, dos vasos de lácteos, comer tres frutas, dos platos de hortalizas y consumir dos platos de legumbres a la semana. Las harinas complementan esta estructura, pero siempre evitando el exceso. "Dos rodajas de pan al desayuno y dos rodajas en la merienda sería el equilibrio perfecto. Las harinas no son malas, no hay que dejar de consumirlas, pero es fundamental tener control sobre la cantidad de harinas que comemos”, finalizó Gladys.
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