La jueza de San Luis Virginia Palacios, que lleva adelante la investigación del caso de la pequeña de 12 años violada y asesinada por su padrastro Lucas Gómez, ordenó la detención de Carina di Marco, madre de la niña. Di Marco fue detenida durante la tarde del pasado martes 4 de abril, acusada de ser “partícipe necesaria por omisión” de los abusos.

La jueza había ordenado a una comisión investigadora que viajara al departamento de San Martín (Mendoza), donde vivieron Florencia y su familia hace aproximadamente un año, antes de mudarse a la provincia de San Luis. El estudio que hizo la comisión fue la realización de un informe socioambiental sobre cómo vivía la familia en ese lugar, cuál era su medio de vida y si Gómez, imputado, contaba con antecedentes policiales en dicho departamento.

A partir del trabajo realizado por la comisión investigadora, se rescató también que Carina di Marco le habría restado importancia al aviso que le realizó la maestra en su momento, en el que Florencia le relataba un episodio de abuso por parte de su padrastro. Además, los docentes aseguraron que la madre negaba los hechos y decía que era una excusa que ponía su hija para faltar a la escuela. Por consiguiente, con las conclusiones, los datos y la investigación sobre su escritorio, la jueza ordenó la detención de Carina di Marco.

Otra de las medidas dispuestas por Palacios fue la realización de una Cámara Gesell al hermano de nueve años de la niña asesinada, hijo también del acusado Lucas Gómez, quien todas las mañanas lo llevaba a la escuela junto a Florencia. Esta Cámara Gesell es un instrumento de recolección de testimonios que consiste en una habitación acondicionada para permitir la observación de las personas, conformada por dos ambientes separados por un vidrio de visión unilateral, los cuales cuentan con equipos de audio y de video para la grabación de los diferentes testimonios, como el realizado al hermanito de Florencia.

Ante la imputación de ambos padres de los niños Di Marco, la Justicia de Familia de San Luis tomó la decisión de quitarles la guarda y la custodia de sus tres hijos y dársela a un familiar de la madre.

El caso de Florencia di Marco, de 12 años, estremeció tanto a la provincia de San Luis como a la de Mendoza. La niña había desaparecido el 22 de marzo y su cuerpo se encontró en los alrededores de un arroyo en la zona de El Saladillo un día después. La autopsia realizada al cuerpo de la menor no sólo contó lo que vivió la madrugada del 22, cuando fue violada brutalmente y asesinada en los alrededores del arroyo, sino también reveló que la niña tenía signos de haber sido abusada previamente.

El principal sospechoso del crimen (ya imputado y detenido en un penal de máxima seguridad de San Luis) es el padrastro de la menor, Lucas Gómez, quién decía que había dejado en la escuela a Florencia. Entre las pruebas que lo incriminan figura el testimonio de pescadores que se encontraban en la zona del hallazgo del cadáver y las cámaras de seguridad del peaje de la zona. Además, quedó demostrado que la nena nunca ingresó a la escuela y que él fue el que se despojó de la mochila.

Palacios hizo además una pormenorizada enumeración de las pruebas obtenidas contra Gómez, que le permiten creer que fue el autor del crimen y que el ataque fue cometido entre las 3 y 6 de madrugada del miércoles 22 de marzo. "Está demostrado que el día del hecho, Lucas Gómez era la única persona que tenía bajo su órbita de custodia a la menor", sostuvo la jueza, ya que la madre de Florencia estaba internada porque acababa de dar a luz a su cuarto hijo. La magistrada afirmó que se encuentra acreditado que tanto la violación como el asesinato de Florencia se produjeron en las cercanías del lugar donde se encontró el cuerpo.

Mientras tanto, el imputado Lucas Gómez, de 32 años, sigue alojado en un pabellón aislado del resto de los internos en el complejo de máxima seguridad de Pampa de las Salinas de La Botija, de San Luis. La jueza dictó el procesamiento de Gómez por el delito de "abuso sexual doblemente agravado por la calidad de guardador y por mediar situación de convivencia preexistente en concurso real con el delito de homicidio criminis causae por mediar alevosía y violencia de género".