Los magistrados que presiden el juicio por el homicidio de Johana Chacón aceptaron incorporar como prueba la grabación de una conversación entre Luis Curallanca y Beatriz Chacón (el padrastro y la expareja del único imputado), en la que según el hombre la joven asegura que la presionaron para declarar que Mariano Luque ahorcó a su hermana frente a ella, quemó su cuerpo y luego lo enterró.

Pese a la oposición de los querellantes, el tribunal aceptó incorporar el audio como una prueba nueva y lo puso a disposición de las partes. Además determinó que citará a Beatriz Chacón, para que reconozca, o no, su voz en la grabación.

El testimonio de Beatriz Chacón es clave en la causa. La joven testificó primero ante la Justicia Federal y luego ratificó ante la Provincia, que su expareja ahorcó a su hermana delante de la ella, quemó su cuerpo y posteriormente enterró los restos en la finca. Con esa declaración, en 2015 el hombre fue detenido y acusado por el homicidio de la adolescente de la que nada se sabe desde el 4 de septiembre de 2012.

La grabación no fue el único pedido al que los magistrados hicieron lugar. Además determinaron que citarán a declarar a un hombre que llamó a la exdirectora de la escuela Virgen del Rosario, Silvia Minoli, para decirle que vio a Mariano Luque haciendo un pozo con un tractor, en un sitio cercano a la finca donde vivía. También pedirán que les informen si se analizó el material que obtuvieron en 2016 antropólogas de la organización Acciones Coordinadas contra la Trata de Personas (ACC).

Beatriz Chacón ratificó que Luque ahorcó a su hermana

Fue el el primer día del juicio por el homicidio de la adolescente. Luque dijo que es inocente. El fiscal pidió un cambio de carátula.

Nueva prueba

Durante la tercera jornada del juicio oral y público por el homicidio de la adolescente, testificaron la madre de Mariano Luque, María Ruarte y su padrastro, Luis Curallanca, quienes dieron detalles sobre su vida cotidiana, sobre la razón por la que los cinco hermanos Chacón vivían con ellos, así como aspectos de la relación que Luque mantenía con Beatriz.

En medio de su testimonio, Curallanca sorprendió al asegurar que hace tres meses Beatriz le llamó y le pidió que se encontraran, cita a la que el hombre acudió. Dijo que decidió grabar la conversación porque “no sabía a qué atenerse”, y que en la charla la joven le aseguró: “Yo no quería declarar así, a mí me daban un papel y ellos me decían tenés que decir eso”.

Un segundo después ofreció al tribunal la grabación (que tenía en un pendrive) y su teléfono para que comprobaran su origen. Tanto el fiscal, Alejandro Iturbide, como los querellantes, Fernando Peñaloza, Pablo Salinas y Viviana Beigel se opusieron a la incorporación de la prueba, por asegurar que era extemporánea e ilegal, ya que la mujer no sabía que la estaban grabando. Pese a esto, los jueces determinaron que era válida, que no era ilegal porque no se trataba de una escucha que requería aprobación de un tribunal, sino que fue una grabación personal que cualquier individuo puede tomar.

El presidente del tribunal, Rafael Escot, explicó a la querella y a la defensa que serían amplios en la aceptación de nueva prueba, toda vez que el interés de las partes es saber la verdad sobre lo que le pasó a Johana Chacón. Pese a esto, aseguró que algunas de la pruebas deberían haber sido realizadas en la etapa de la investigación, para no llegar al juicio con aspectos sustanciales sin analizar.

En su declaración, Curallanca también pidió que se investigue a Bernardo Chacón, el padre de la adolescente, y a un chofer que trasladaba algunos días a los chicos desde el colegio hasta sus casas, por entender que su conducta estaba fuera de lugar con algunas niñas. Contó -por ejemplo- que a Johana le dio su número de teléfono y le contó aspectos personales de su vida, como las razones por las cuales se separó de su esposa.

Chacón: a 4 meses de las excavaciones aún no enviaron restos hallados en Lavalle

Lo confirmó la titular de la organización Acciones Coordinadas contra la Trata de Personas (ACC), Celeste Perosino, una de las profesionales que realizó el trabajo.

Nuevo testigo

Silvia Minoli, la ex directora de la escuela Virgen del Rosario y quien lideró el pedido por Justicia para Johana y Soledad Olivera, fue otra de las personas que testificó. La mujer contó que unos días antes de su desaparición notó que Johana estaba enojada y molesta por algo, pero aunque le preguntó, no le contó nada.

La docente también aportó otro dato que el tribunal consideró sustancial. Dijo que hace tres días la llamó un hombre para decirle que cerca de la fecha en la desapareció Johana, vio al acusado haciendo un pozo con un tractor en un sitio cercano a la finca donde vivía, y que no se animó a hablar antes por miedo.

Los magistrados decidieron citar al hombre para que de su testimonio y les brinde detalles del lugar y fecha en la que vio a Mariano Luque hacer un pozo, cerca de la época en que todos buscaban a Johana.

Minoli también aseguró que todo el material que obtuvo durante semanas un grupo de antropólogas de Buenos Aires en distintos sitios de Lavalle no fue analizado, tal como quedó establecido cuando la Justicia aprobó la realización de esa tarea en 2016. Frente a esto, los magistrados decidieron averiguar qué material existía, saber si el mismo se analizó y en caso contrario si es posible que lo estudien profesionales del Cuerpo Médico Forense.