Ante la proximidad de la Comisión de las Partes, a desarrollarse en diciembre de este año en la ciudad de París, el Instituto Multidisciplinario de Ciencias Ambientales de la Secretaría de Desarrollo Institucional y Territorialización de la Universidad Nacional de Cuyo consideró relevante invitar a distintos actores vinculados con la investigación y/o gestión de los diferentes impactos del fenómeno del cambio climático a realizar sus aportes en torno a esta problemática.

En este sentido, se reflexionó sobre dos interrogantes: ¿cuáles son las consecuencias de los efectos del cambio climático en la provincia de Mendoza? ¿Qué recomendaciones se pueden realizar para formular políticas de adaptación y mitigación?

La sistematización de las diferentes contribuciones realizadas –desde una visión interdisciplinaria– invita a la revisión de prácticas y conductas para modificar el modo de relación entre el hombre y su entorno. Este cambio de paradigma se conecta con la obligación genérica del Estado, y en cumplimiento de lo dispuesto en el art. 41 de nuestra Constitución Nacional de respetar y garantizar el derecho a un ambiente sano, no sólo para hacer frente a los impactos que genera la propia sociedad, sino también aquellas que la naturaleza provoca.
 

A modo de reflexión

El aumento del bienestar económico, la disminución de la pobreza e indigencia y el fortalecimiento del empleo formal son retos que no se pueden alcanzar sin incorporar la dimensión del cambio climático.

Argentina, por su situación geográfica y sus características socioeconómicas, es un país altamente vulnerable al cambio climático. Si bien se están realizando esfuerzos conjuntos a nivel internacional para hacer frente a este desafío, la situación actual dista mucho de los resultados esperados, con el agravante de que existe un consenso científico muy amplio sobre los futuros escenarios de cambio climático para los próximos años.

Las políticas públicas de adaptación y mitigación, además de ser debatidas en los ámbitos supranacionales, deben ser implementadas a nivel nacional, subregional, provincial y municipal, pues los impactos y vulnerabilidades son específicos de cada lugar. En este contexto, es indispensable diseñar un marco de actuación adecuado para el conjunto de iniciativas relativas a la adaptación al cambio climático, que supone una mayor coordinación y eficacia de las actividades que se lleven a cabo en este campo. Del mismo modo, se requiere una estrategia a medio o largo plazo de forma sostenida, según cada sector o sistema.

Es hora de establecer políticas públicas construidas desde el conocimiento, la gestión pública y el accionar privado, para hacer frente a los problemas que aparentan ser de futuro, pero que ya están con nosotros, siendo nuestro deber dar respuesta a los mismos.