Cinco años pasaron de aquel 3 de junio en el que las mujeres y el colectivo LGTTTBIQ+ ocuparon las calles de todo el país al grito de “Ni una menos, vivas nos queremos” para decirle basta a la violencia machista, que cada año termina con la vida de cientos de mujeres por el solo hecho de serlo. En esta oportunidad, debido a la pandemia de COVID-19, no habrá marchas, pero el encuentro se realizará igual de forma virtual. Unidiversidad reflexionó sobre el antes y el después que generó este movimiento feminista, el más importante del siglo XXI según sus referentes.

En 2015, un grupo de periodistas feministas de Buenos Aires utilizó en las redes sociales el hashtag #NiUnaMenos, al que se sumaron activistas y artistas de toda la Argentina, luego del femicidio de Chiara Páez, de 14 años, ocurrido en Rufino, Santa Fe. Miles de personas y cientos de organizaciones coparon las calles haciendo movilizaciones históricas para exigir el cese de las violencias contra las mujeres. “Al llamamiento de las periodistas, nos sumamos los movimientos de mujeres y de disidencias de todo el país, pero también la sociedad entera. Esa primera marcha fue multitudinaria, en Mendoza sobre todo”, recordó Silvia Fernández, integrante de este colectivo. 

Esa tarde, en Buenos Aires, la Plaza del Congreso estuvo repleta. Tristemente, esa masividad estaba originada en el dolor y el pedido desesperado de terminar con los femicidios y la violencia machista. En Mendoza, la concentración comenzó a las 16.30 en el tradicional KM 0 y desde allí, entre gritos, carteles y pancartas, inició su marcha por calle San Martín para terminar en la Legislatura. Fue histórica. Ese día, el ministro de Seguridad, Leonardo Comperatore, le dijo al diario Los Andes que calculaba que había cerca de 14 000 personas, pero se estima que asistieron más de 15 000.

Sobre lo que generó esta movilización, desde el colectivo aseguraron que significó un antes y un después. “A partir de ese primer Ni Una Menos, creció y se masificó el movimiento feminista, que en el país es muy importante y tiene muchos años de historia. Se pudo visibilizar la violencia de género y que no son crímenes pasionales, son femicidios. Se empezó a dejar de naturalizar el machismo y la violencia machista. Hay cosas que ya no se discuten más. Se construyó un movimiento social y político que es uno de los más grandes que tiene la Argentina”, remarcó Fernández.

Foto: Unidiversidad

En 2015, el grito fue el mismo de hoy: “Se va a acabar esa costumbre de matar”. Es que desde ese 3 de junio a la fecha, se registraron 1440 femicidios (directos, vinculados y travesticidios), según el Observatorio de MuMaLa. En Argentina, una mujer es asesinada cada 29 horas.

En lo que va del año, ocurrieron 124 femicidios, 61 de ellos durante la cuarentena impuesta por la pandemia de COVID-19. Esto provocó que 151 niños, niñas y adolescentes se quedaran sin madre. El 68 % de los casos se produjeron en la vivienda de la víctima o la vivienda que esta compartía con el agresor. El 20 % de las mujeres había denunciado a su agresor previamente y el 10 % tenía alguna medida de protección.

La lucha continúa

Como indican las estadísticas, detrás de las cuales hay personas y familias, y pese a los avances en el abordaje de los derechos de las mujeres y disidencias, el flagelo de la violencia de género, que tiene su mayor expresión en el femicidio, continúa golpeando. Por eso, el reclamo sigue siendo que el Estado aplique políticas públicas acordes a la dimensión de la problemática.

“Seguimos reclamando y exigiendo, esta vez no en las calles, pero con fuerte presencia en los medios y en las redes. El Estado es responsable de este problema y debe decidir terminar con el flagelo de la violencia. Todavía tienen una deuda pendiente con las mujeres y disidencias. Necesitamos que el Estado y sus tres poderes, la política y los medios se hagan cargo de este problema y tomen la misma conciencia que está tomando la sociedad”, aseguró la integrante de Ni Una Menos Mendoza. 

Galería de imágenes: el mundo clamó "Ni una menos"

La nueva marcha #NiUnaMenos que se realizó en todo el país en la tarde del miércoles 19 tuvo repercusión en otras latitudes del mundo y reflejó la preocupación que existe respecto de los femicidios y la desigualdad de género. Según algunos reportes, hubo 58 puntos de movilizaciones, distribuidos a lo largo del continente americano y el occidente europeo.

Actividades virtuales

Por primera vez en estos cinco años, el reclamo no será en las calles por la pandemia del nuevo coronavirus. Por eso, el encuentro será a través de las redes. Los pedidos que se realizarán a través del Instagram oficial estarán basados en las siguientes consignas: "El Estado es responsable", "La deuda es con nosotras, no con el FMI", "Aborto legal ya", "Basta de femicidios y travesticidios, emergencia nacional ya". Comenzará a las 15, con entrevistas y artistas en vivo.

"Nos uniremos juntxs en un abrazo virtual que comprenderá diversas charlas y actividades para recordar a nuestrxs compañerxs que ya no están, y continuar desde la unión y la solidaridad con nuestra lucha por la igualdad y la libertad", remarcaron desde Ni Una Menos Mendoza. Durante toda el día, invitan a que las personas se sumen utilizando los hashtags #SeVaACaer, #LoVamosATirar y #NiUnaMenos. La grilla de artistas la integrarán Mariana Paraway, Lucía Miremont, Camila Millán, Victoria Di Raimondo, Vicki Zuin, Vera de Venus, Gammabeta y Vid.

A cinco años del grito Ni Una Menos, el reclamo será virtual

Ni Una Menos, el movimiento de distintos colectivos feministas, cumple cinco años luchando contra la violencia patriarcal. Por la pandemia de coronavirus y la cuarentena, este aniversario será básicamente virtual. En Radio U hablamos con Valeria Hasan, comunicadora e integrante del Colectivo Ni una Menos, sobre esta convocatoria inédita.